martes, 17 de enero de 2023

EN EL SUBMARINO MIRANDO BAJO EL AGUA POR LA VENTANILLA DE PROA

     Hace algunas semanas soñé con una persona que me simpatiza mucho, en principio conversábamos bastante pero luego comencé a percibir su alejamiento. El contacto comenzó a ser eventual y más formal, como si la presencia del yo-tu haya mutado al yo-ello.
     Una breve historia para encuadrar la situación. La conocí en plena pandemia, por tanto todos debíamos usar mascarilla sanitaria. Existía un verdadero respeto por la realidad que se vivía a nivel planeta. 
     Fueron dos años duros, y como tal era complicado conocer los rostros reales de la gente. Sin embargo aquel tiempo pasó y comenzó una nueva normalidad, esta vez sin mascarilla, por tanto ahora todos, para bien o para mal ya no usamos la dichosa cubierta sanitaria facial. 
     La persona a la que me refiero en cuestión, superada la etapa de la mascarilla comencé a notar en ella cierta timidez. Quizás era una proyección de mi parte. 
     Para ser franco, en el sentimiento que me embarga hay cierta similitud con lo acontecido hace ya muchos años atrás, siendo sincero, hace ya casi 30 años por aquella sicóloga que en el último encuentro que tuvimos, simplemente no quise saludar. 
     El sueño era hermoso, claro y simple: "La veía caminando hacia mí (suponiendo que yo manipulaba la máquina filmadora que enfocaba el sueño), por un largo y no muy estrecho pasillo. Se veía hermosa y contenta. Era como un día de trabajo cotidiano.
     Me gustaría confiarle este escrito y más adelante realizar el filme.

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